Tras más de seis meses de parálisis a causa del
confinamiento, las personas elegidas en toda España de COESPE se han encontrado
de forma telemática para debatir el programa, el plan de acción y reforzar sus
comisiones en un difícil momento para el futuro de las pensiones públicas.
Esta IV Asamblea del movimiento social
pensionista estaba prevista que se celebrase el pasado marzo en Fuenlabrada,
pero unos días antes se declaró el confinamiento en todo el país.
Luego se trató de celebrar presencialmente en Aranda de Duero y Valladolid, pero las nuevas medidas de prevención frustraron de nuevo esa posibilidad. Tras meses de trabajo telem ático, finalmente la Asamblea se ha desarrollado de forma no presencial entre el viernes 4 y el miércoles 9 de setiembre. La arriesgada experiencia ha resultado todo un éxito: a) se ha alcanzado la participación más alta en la historia de COESPE con una pr esencia de 42 de las 49 personas electas (87%); b) se ha mejorado la disponibilidad de tiempo de trabajo, las 12 horas previstas se han convertido en más de 25 a lo largo de tres sesiones maratonianas;
c) ello ha permitido deliberar con muchas más interven ciones y decidir muchas más cuestiones que nunca (más de 300 votaciones resueltas en su mayor caso por consenso);
d) y todo ello se ha alcanzado preservando la seguridad de todas las personas participantes. Realizar esta asamblea, mediante nuevas tecnologí as, con todas las garantías y con una gran participación con personas que en su mayoría hace unos meses no dominaban esas herramientas, demuestra un importante éxito de la voluntad y capacidad para defender nuestras pensiones contra viento y marea.
La asamblea ha dedicado sus trabajos a las personas activistas de COESPE que nos han dejado en los últimos meses a causa del COVID19. Se ha denunciado que la altísima mortalidad que se ha producido en nuestro país, entre la gente mayor y en particular a quienes quedaron encerrados en las residencias.
Esa tasa solo se explica por la degradación previa de los servicios públicos,
los recortes en el gasto social y las deleznables condiciones de trabajo de las
personas que atienden esos servicios, ya sea en la sanidad o en la atención a
los dependientes. Una resolución específica sobre el tema recuerda que no vamos
a permitir que esas víctimas sean olvidadas, ni que los que tienen
responsabilidad en ello (personas y empresas), puedan salir indemnes de esos
asesinatos i nducidos.
A lo largo de sus sesiones se ha afinado la tabla reivindicativa, que ha sido
aprobada por unanimidad tras aportar cientos de contribuciones desde las
asambleas de todo el país. También se ha avanzado en mejorar el funcionamiento
interno del mov imiento. Durante el confinamiento hemos sufrido obstrucciones y
dificultades para poder resolver algunas discordancias internas y distorsiones
que han aparecido incluso en nuestras redes de información. Era evidente que,
de proseguir, podían desorientarnos y dividirnos ante los retos que afrontamos.
Por ello hemos abierto un debate para la próxima asamblea sobre las normas de
funcionamiento (activando un grupo de trabajo para preparar una propuesta) y se
han afinando los mecanismos de funcionamiento de nues tras comisiones, agilizando
el nombramiento y la revocabilidad por los territorios. Así mismo, se han
nombrado por amplia mayoría las nuevas personas que este año van a ejercer de portavoces
de COESPE: Concepción Ribera, Ciriaco García y Ramón Franquesa.
Afrontamos un horizonte muy peligroso. La epidemia ha producido una contracción
económica, que el poder económico quiere aprovechar como pretexto para
desangrar aún más los derechos sociales. En particular desde la Unión Europea
se está promoviendo un plan de recuperación para ayudar a las grandes empresas
a mejorar su rentabilidad, con enormes ayudas que luego pretenden sean
devueltas por los estados. Los ingresos del estado deben atender en primer
lugar las necesidades sociales (pensiones, educación, sani dad…), no a empresas
que apenas pagan impuestos y que ya tienen enormes beneficios. Tratan de
aprovechar de nuevo las crisis para enriquecerse aún más a costa de la gente.
Pero como el nivel de endeudamiento de los estados ya sobrepasa el 100% del
PIB, pre tenden garantizar esos créditos, hipotecando los ingresos del sistema
público de pensiones (que son el 40% de los ingresos de la Hacienda española).
Para hacerse con las pensiones, están promoviendo una nueva reforma para bajar
las percepciones de los pensionistas, alargar la edad de jubilación, romper con
los mecanismos de revaloración y privatizar lo más que puedan las cotizaciones
sociales (pensiones de empresa, fondos privados, etc.). Desde el Banco de
España, comisiones de “expertos” o las fundaciones de los bancos siguen
pidiendo un nuevo “pacto” a las fuerzas políticas y sindicales. La COESPE viene
desmontando sus argumentos y vamos a continuar: denunciando el mecanismo del
pacto de Toledo, exigiendo un debate público a todas las fuerzas tanto
políticas, como sindicales y explicando a la sociedad que las pensiones son un
derecho justo y sostenible.
La asamblea ha aprobado un ambicioso plan de acción que parte de mantener
nuestras movilizaciones semanales descentralizadas en las plazas de todo el
país , pero que va a promover nuevas y creativas
iniciativas. Entre ellas podemos destacar:
a) exigir una auditoria de los gastos e
ingresos de la seguridad social, empleada repetidamente como fondo de
emergencia para todo desde hace decenios;
b) activar un pro ceso de formación y
argumentación con ayuda de las nuevas tecnologías;
c) realizar actos simbólicos en todo el
país (ocupaciones, encierros, recogidas de firmas..);
d) colaborar con otros movimientos
sociales en defensa de unas residencias dignas y pública s;
e) dirigirnos a los trabajadores activos
y sus representantes en cada centro de trabajo para que se manifiesten por la
sostenibilidad del sistema y contra su erosión y
f) preparar una gran acción estatal
cuando se supere la epidemia.
Frente a las presiones de negociar nuestro futuro a espaldas de los pensionistas
en el Pacto de Toledo, de privatizar el sistema para satisfacer los poderes
financieros europeos, de desvalorizarlas año a año o de mantener excluidas y en
la pobreza a pensionistas por razones de género, enfermedad o precarización de
las condiciones de trabajo, COESPE sigue en su lucha. En estos meses se ha
demostrado la capacidad del movimiento pensionista para desarrollar nuevas
formas de movilización, profundizar en sus argumentos y mejorar su capacidad de
seguir defendiendo un sistema público de pensiones suficiente, solidario y
sostenible.
Llamamos a todos los pensionistas a seguir constituyendo asambleas locales,
reforzando las estructuras autonómicas de COESPE. Llamamos a toda la ci
udadanía a promover nuestro discurso entre las personas trabajadoras y la
juventud a quienes se les pretende arrebatar su futuro en dignidad. Y manifestamos
con toda la fuerza que nos queda, pero con toda la inteligencia acumulada en
nuestra vida de trabajo que pese a quien pese, aquí estamos en pie sin resignarnos
a un futuro peor:
¡Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden!
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