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martes, 19 de mayo de 2020

PARA NO OLVIDAR



HA MUERTO JULIO ANGUITA 

Ha muerto un referente, un ejemplo de coherencia, una persona con un compromiso permanente por su gente, por el pueblo, por los derechos humanos, por la justicia social y sobre todo por la enseñanza como la mejor arma para salir de la miseria y de la ignorancia de los pueblos oprimidos. Ha muero un comunista.
Fue alcalde de Córdoba de 1979 a 1986, se le calificó el "califa rojo", fue secretario general del PCE y Coordinador General de Izquierda Unida. Bajo su liderazgo consiguió la máxima representación institucional, en aquel momento, con 21 diputados. Su gran capacidad de comunicación le granjeó un liderazgo popular como pocos habían conseguido. Volvió a su puesto como profesor de secundaria, apartándose de los círculos de poder, tan usual cuando un político dejaba un cargo institucional.
Curiosamente Julio Anguita consiguió lo que pocos dirigentes políticos, siendo de diferente signo ideológico, acaben siendo respetados por todos. Posiblemente esta característica de respeto al adversario la conquistó por su gran capacidad dialéctica. También se la merecen otros dirigentes comunistas que están siendo defenestrados día sí y día también.
Julio Anguita es único, y lo digo en tiempo presente porque es de esos líderes que nunca mueren porque su mensaje está siempre vivo. Ha habido otros dirigentes con el mismo grado de honestidad, aunque posiblemente no tan mediáticos. Me gustaría recordar a Gerardo Iglesias, ese minero que fue secretario general del PCE y después de liderar la formación de Izquierda Unida, fue diputado en las Cortes españolas, y acabó volviendo a la mina en Mieres. Podía haber utilizado su "status", después de pasar por el poder legislativo, para vivir cómodamente. Prefirió volver con los suyos, los mineros.
Hubo otros comunistas durante la dictadura que fueron asesinados por el franquismo. Recordemos a Julián Grimau, fusilado en Abril de 1963. Otros que pasaron muchos años en la cárceles franquistas, sólo por el hecho de defender a la clase obrera y los derechos humanos como Marcelino Camacho, o Nicolás Sartorius, Marcos Ana (poeta), Francisco García Salve, Julián Ariza, Rosario Rojo, Eduardo Saborido, Juan Marcos, Eduardo Soto,Francisco Acosta, Cipriano García, Juan Martínez... y muchos otros y otras.
Debemos hablar que significa esa palabra COMUNISTA, tan defenestrada desde que Carl Marx, Friedrich Engels y Vladimir Ilich Uliánov (Lenin) desarrollaron el pensamiento marxista llevado a la práctica con el concepto de leninista en el marco posterior de los partidos comunistas. Palabra endemoniada por el capital y todos los lacayos y mercenarios de éste.

Ser comunista siempre ha sido sinónimo de compromiso , lucha y firmeza, pero sobre de todo es sinónimo de resistencia. El comunista es fuerte a nivel humano porque su proyecto político está basado en la igualdad entre todos los seres humanos. Ese objetivo es el que fortalece su voluntad.

Durante años oscuros y tristes del franquismo había una luz en el horizonte. Era la hoz y el martillo relucientes, porque era la unión del proletariado con el campesinado Y el mensaje del proletariado del mundo uníos del manifiesto comunista sigue vivo

Vivimos tiempos de confusión, donde la gran fuerza del capital es sinónimo de debilidad del pueblo, ese pueblo de los pueblos de España que esta imbuido en la confusión de los tiempos que corren, donde el capital a llevado al pueblo a abrazar opciones disfrazadas de clase popular cuando su realidad conceptual es todo lo contrario. La debilidad ideológica del pueblo la está utilizando el capital para someterlo cada día más.

No debemos dar cuartel a esta nube de ignorancia, de confusión, de mentiras, que envuelve a nuestra sociedad, miremos a esos hombre y mujeres extraordinarias que nos han marcado el camino muchas veces como hizo julio Anguita toda su vida. Repasemos sus enseñanzas, volvamos a desempolvar el manifiesto comunista y el capital, siguen tan vigentes como cuando se escribieron.

Abandonemos ese complejo de inferioridad y de culpabilidad que a veces nos hace estar callados 
las mentiras del capital debemos contestarlas con argumentos contundentes. Si algo nos enseño julio Anguita fue a saber utilizar las palabras basadas en la historia de forma correcta y entendible.
Recuperemos nuestra insignia y cantemos el himno más bonito jamás escrito… la internacional. 




Que nuestras enseñanzas recuperen la fuerza que tienen.


por Antonio Machado

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